Graduarse en la adversidad: La inspiradora historia de Iván Darío
Ni la falta de recursos económicos, ni una discapacidad física fueron un obstáculo en la vida de Iván para alcanzar sus sueños, demostrando que, en un mundo donde las oportunidades parecen cada vez más ausentes, la fuerza de voluntad puede abrir puertas inimaginables.
A veces un testimonio tiene el poder de mover montañas y tocar las fibras más profundas del alma humana. Este es el caso de Iván Darío, cuya historia de lucha y esperanza abrió las puertas de muchos corazones dispuestos a creer en él y a ofrecerle una segunda oportunidad.
A pesar de vivir con una discapacidad motriz que afecta sus extremidades inferiores y enfrentar adversidades y desafíos económicos, este joven nunca perdió la esperanza de cumplir sus sueños.
Hace dos años Iván llegó a Nuestro Parche en busca de apoyo. Su mayor anhelo: graduarse como bachiller académico, continuar su camino hacia convertirse en tecnólogo en sistemas y, bajo su premisa, ayudar algún día a otras personas a cumplir sus deseos.
Gracias a esa ayuda colectiva y el amor transformador de quienes extendieron su mano, Iván ha encontrado un nuevo camino. Hoy, Iván está a punto de graduarse en el Politécnico Municipal de Cali, un logro que simboliza no sólo su esfuerzo personal, sino también su profunda gratitud hacia quienes lo han apoyado.
Con entusiasmo y determinación, Iván superó innumerables obstáculos, viviendo en una loma de difícil acceso, apoyándose de sus muletas, muchas veces soportando el dolor físico y valiéndose prácticamente solo para asistir al colegio.
Cuando Nuestro Parche le preguntó cómo lograba llegar, su respuesta fue un reflejo de su esfuerzo:
NP: ¿Cómo hacías para estudiar, para llegar al colegio viviendo en una loma?
Iván: Yo me iba todos los días a pie, temprano, en muletas. Mi entrada era a las 6:40 pm, de aquí (refiriendose a su casa) me iba a las 4:00 pm para estar a las 5 en punto y estar dos horas antes de que abrieran el portón. Y pues de subida, me subía a las 8 de la noche a pie y llegaba a la casa a las 10 de la noche, pero gracias a Dios lo pude lograr también. Y pues por allá dónde yo vivo es muy duro, la movilidad en moto o en carro es también muy duro, pero con las muletas me puedo ayudar un poco.
A pesar de las dificultades, Iván nunca perdió de vista su meta. Al preguntarle sobre su futuro académico, respondió con unos ojos llenos de ilusión, con una gran sonrisa, con confianza y fe:
NP: ¿Y tú crees que es posible que una vez entrando a la universidad también logres graduarte allá?
Iván: Sí, es posible con los mismos alcances que logré aquí estudiar y con la fe que tengo, podré graduarme de la universidad… el siguiente paso sé que también podré.
Actualmente, Iván no solo cuenta con el apoyo en su proceso de formación, sino también con donaciones que le han permitido abrir paso a su camino. Ha recuperado su identidad, con su registro civil y cédula de ciudadanía, como símbolo de un futuro que promete ser diferente.
Para él, este es solo el comienzo de un sueño más grande. Su historia es una inspiración para muchas personas que, como él, enfrentan adversidades pero se niegan a renunciar a sus metas. Iván demuestra que, con determinación, fe y el apoyo adecuado, es posible transformar cualquier desafío en un escalón hacia el éxito.
Redacción: Isabella Gualteros
Edición: Elizabeth Romo.