El Merkin: moda íntima femenina en la antigüedad
Escrito por: Ángel Moreno
Descubre la historia de las pelucas vaginales antiguas: Una mirada al pasado de la moda íntima femenina.

Hola de nuevo mis amantes de los temas históricos sobre el sexo.
Hoy os escribiré sobre el Merkin. ¿Qué es un merkin os preguntaréis? Yo tampoco estaba nada familiarizado con este término hasta hace muy poco, cuando encontré varias noticias sobre La Semana de la Moda de Nueva York del 2018 (fue la casualidad, no voy tan retrasado en la lectura de las noticias del diario), la cual mostró lo último en moda transgresora: postizos para el pubis. La casa de diseño coreana Kaimin, presentó unas «novedosas» pelucas para la vagina.

Sin embargo mis queridos lectores, os diré después de investigar un poco que la idea de una peluca para esa hermosa zona no es tan nueva. El Merkin tiene sus orígenes a mediados del 1400, según la Oxford Companion to the body. La peluca vaginal se usó originalmente por razones de salud y sanitarias (los piojos o los cangrejos púbicos, también conocidos cómo ladillas eran un problema muy común), y sin las maravillas que tenemos con la medicina moderna, la cual tampoco estaba al alcance de gran mayoría (aquí en Colombia sólo recetan acetaminofen, así que me refiero a otros países), a veces no se podía hacer otra cosa que un completo rasurado. Al no tener vello púbico, algunas mujeres optaron por usar una peluca sobre esa región, ya que era moda tener entonces abundante vello en esa zona.
De todas formas, dejando de lado las modas que van y vienen, hay también un lado oscuro en ésta historia (no estoy hablando del chiquito, no nos salgamos de contexto): Con lado oscuro me refiero a que aunque con varias enfermedades de transmisión sexual y teniendo igualmente que trabajar para poder subsistir, las prostitutas tuvieron que encubrir la evidencia de sus aflicciones en la zona de la entrepierna, y la solución fue una peluca.
Con el paso de los años, el Merkin fue evolucionando en algo más que un encubrimiento de una zona que, si no fuera por problemas de salud, de lo contrario quedaría sin afeitar (ya habréis podido deducir el porqué en América Latina está la moda de las mujeres estar rasuradas en ésta zona).
También aparece mencionado el Merkin en la literatura clásica, como por ejemplo en Alexander Smith, Una historia sobre las vidas y robos de los bandoleros más notorios (1714): «Esto puso un extraño capricho en su cabeza; que era obtener el círculo peludo de un Merkin de prostituta … esto se secó bien, se peinó y luego regresó al Cardenal, diciéndole que había traído la barba de San Pedro» (No me quiero ni imaginar a los relicarios que algunos les rezan lo que realmente serán).

En el teatro, los hombres también usaban las pelucas Merkin, cuando no se permitía a las mujeres actuar en el escenario. La peluca púbica demostró ser un método para encubrir o disimular su pene colgando.
Hoy día puede ser utilizado como accesorio erótico, el uso del Merkin no conoce límites; Puede ser utilizado por hombres pasivos o por mujeres, puede también actuar como un simple objeto decorativo, Merkinworld.com ofrece diferentes Merkins personalizados para clientes de todo tipo, curiosos, aventureros, sencillamente lampiños en sus zonas bajas… Así que si te animas a probar algo nuevo, ya sabes, aunque sólo sea para emular el uso más popular y famoso en Hollywood (Hasta la creación de la Motion Picture Association of America (MPAA) en 1966, había muy poca, casi ninguna, desnudez representada en las producciones de Hollywood. La MPAA facilitó a los estudios y cineastas el hacer lo que quisieran, sin embargo, cada película se presentaría a la junta de la MPAA y se le asignaría una calificación.
Pero el MPAA es conocido también por ser muy hipócrita sobre sus políticas de calificación con respecto a las representaciones de sexo y desnudez en la gran pantalla, y aquí es donde entra el Merkin. Aunque se puede mostrar un Johnson en todo su esplendor, los genitales femeninos no pueden aparecer a menos que se filme una película con la calificación NC-17, que garantiza que no se reproducirá en ningún lado y, en su lugar, probablemente se lanzará «sin clasificación» y podrá verla la mayoría (Así de hipócritas somos).
Algún caso famoso del Merkin en el cine ha sido por ejemplo el de Kate Winslet en El lector, así como el de la película de Cohen Brothers Un hombre serio y Patricia Arquette en La naturaleza humana, quien hizo su propio Merkin porque no quería mostrar su vagina porque le parecía fea (no he visto todavía ninguna que lo sea, y espero poder seguir viendo muchas para corroborarlo).
Sean modas, costumbres o necesidades, cada cual es libre de elegir cómo le gusta tener su jardín delantero…(Y os recuerdo la frase que quien tiene la entrada de su casa limpia, es que espera visitas).
Espero que os haya gustado el tema y en unos días espero poder publicar otros que igualmente os inciten a ser leídos… Un beso para mis lectoras (para los lectores no hay nada lo siento, cómo mucho si alguno me reconoce por la calle, le aceptaré que me invite a una cerveza).
